Mi camisa vieja

Mi camisa está vieja,
y parece vieja,
tanto como los amaneceres contados.

Mi camisa está desgastada,
y parece desgastada,
tanto como los atardeceres pasados.

Sus colores se apagaron,
su tejido se agrieta,
ponérmela hace que envejezca,
pero no puedo evitarlo,
¿soy cruel por obviarlo?

La quiero a mi lado,
con sus dobladillos,
sus botones y sus arrugas,
hasta que no deba permitirlo,
¿soy melancólico por quererla?

Me gusta mi camisa,
pero debería llevar otra cosa,
porque es vieja,
y las cosas viejas
se agrietan
y mueren.

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