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Así siempre.



Porque tengo las comisuras de los labios deshilachadas de tanto sonreír a tu lado.
Así
Siempre
Te quiero.

Diciembre

Hay más niebla que pájaros en la cabeza. Hay legañas y no llegan mareas. Por mucho que me ponga bonita, son casi las diez de la mañana y otra vez no apareces. Me acicalo las pestañas y aprieto todo lo que me duele a la altura del estómago, para confundir la tristeza con las patadas de un rinoceronte o con mi vértigo a los aviones. Quizás todo esto es culpa del otoño que ha pasado sin pena ni gloria y yo, soldado sin ejército, si pierdo quiero que sea a lo grande. Como aquella noche sin tregua donde nos dio por inventar historias de esas que nunca se van a cumplir, pero te hacen pasar los días con la cabeza bien alta, aunque la dignidad esté tirada en el suelo junto a un par de bragas.

Tengo el alma en punto muerto y hasta respirar es complicado, pero si mañana vuelve a salir el sol, quizás al atardecer te encuentre. 

La rabieta de las cinco y veinticinco

Soy bandera blanca en mitad de una tormenta que no le da la gana ser benevolente si no te veo. Hoy no habrá guerra, ni tregua, no me declararé ganador o vencido. Soy inexistente tratado de paz entre las rabietas que afloran cuando no estás, aunque siempre te quedes conmigo.  

El domingo constante

Los viajes de vuelta ahora duran menos aunque el tiempo va más despacio. Será porque los días desde que te conozco cuentan más hacia atrás que hacia delante. Mientras tanto, se queja el viento en los zapatos harto de que ningún camino lleve hacia ti. Se mecen los ojalás desahuciados entre mareas de risas y de chistes mal contados para disimular que por mucho que estire los brazos hoy no te voy a tocar.  Ahora todos los días son domingo menos el sábado que ha sabido escaparse. Y en un domingo constante duele más despertarse sin ti, que no poder dormir contigo.


Todo este irme por los tejados será porque te echo de menos.

A ti no

La normalización es otra línea más del protocolo no escrito de la rutina humana.

Voy a ducharme y a ponerme guapa. No quiero gustarle, sólo parecer agradable. ¿Y si me pinto los labios? Mejor no, no quiero parecer insinuante.

La normalización es otra estúpida costumbre que no conduce a nada.

Lo que no fue ya no será. Lo que estaba roto desde el inicio no se puede reparar con dos frases ensayadas.

Me vino bien estar contigo. A mi no.

La cena

Me he vestido de punta en blanco para hacerte creer que estoy tranquila. Me he peinado hasta las pestañas para que no se me note que tiemblo cada vez que respiras. Y ya ha empezado la cena y he escondido todos los cubiertos para que no tengas más remedio que atacarme. 
Me está(s) devorando el amor desde dentro, con la fuerza del que se cree final inminente. 
Me está(s) devorando el amor, profesando el canibalismo, mordiéndome las entrañas.
Y te tragas el corazón
y
yo
- que creía que se me iba a salir por la boca –

resucito.



Ojalá esta cena dure toda la vida
o  una eternidad
lo que tarde más en pasarse.

Punto de no retorno


De musas, poetas y putas

Las musas vienen, manchan las sábanas y se van. Yo no las llamaría putas. A veces dejan un poema mal rimado. Por eso no las llamaría putas. A veces no dejan ni eso, sólo una marca de pintalabios que dicta un hasta siempre como sentencia. Las musas no son putas, la puta es quien se quiere follar a la musa. Y encima se cree poeta.

El mundo está lleno de musas, pero no de poetas. 

En este momento una musa se quita los restos de rímel de la cara. Seguro que hay otra devorando el desayuno con tal delicadeza que parece una situación estudiada. Hay una que se pone las bragas, otra se las arranca. Hay musas que leen por las mañanas, que adoran el sexo por las mañanas, que se duermen por las mañanas.

Ella no es musa. Pero de todas, ojalá ella piense en mi por las mañanas.

Las musas no son putas, es puta quien se quiere follar a la musa. 
Yo soy la más puta
pero sólo en la cama
sólo con una mujer.

He empezado a creer en lo divino cuando está entre mis piernas. Una palabra suya, bastará para

ponerme cachonda.

Y es que no tengo que medir lo que digo cuando de ella se trata. Podría usar adjetivos para enmascarar que es erótico todo lo que hace. Hasta cuando ama. Y joder qué bien lo hace. He leído a oscuras los mandamientos en su piel. He grabado a fuego mis pecados. No volveré a enamorarme dije hace tiempo, el amor mata. Ahora sólo quiero que me destroce una y otra vez porque siempre estará para resucitarme.

Las musas vienen, 
manchan las sábanas
se van. 
Pero ella siempre se queda. 
No es musa. 
Ni puta. 
Ni vas a follártela. 

Pompas de jabón

Puede más el sentimiento de volver
que la tristeza de irse
y mientras 
bailan las penas entre pompas de jabón.

Mañana

Siempre supe que no sería la condición
sino la persona.
No ha sido por falta de valor
sino de motivos.

Ahora la vida rebosa por mis cuatro puntos cardinales
el presente desdibuja un tiempo venidero que no espera
desespera
mueve las manillas del reloj porque sabe que mañana
mañana también la felicidad tendrá nombre propio.

Barullo


All you need is love


Invencible

Recuerda cuando nos creíamos soldados entre sombras
Jirones de piel entre ejércitos de fantasmas
Germinaba todo lo que llegó a ser nada
Nos creíamos
In
Vencibles
Recuerda que el tiempo no cura nada
Pero pesa menos la tristeza
Y duelen más las sonrisas mal interpretadas
Nos creíamos
In
Vencibles
Recuerda que el amor no deja vida por donde pasa
Destruye el más mínimo atisbo de cordura
Agita las entrañas y aprieta y ahoga y mata
Nos creíamos
In
Vencibles

Ahora recuerda que lo olvidas todo si te abraza. La gama de colores que invaden tus sábanas mientras garabateas un futuro sin más horizonte que el infinito de sus ojos. Los viajes de vuelta duelen más. Las horas muertas en el sofá empiezan a destronar a la más indigesta novela de amor jamás escrita. Ahora recuerda que lo olvidas todo si te abraza.

Ahora recuerda que eres 
invencible.



Para la chica InVencible, 
aunque no sean tuyos los ojos.

La boda

- No entiendo por qué vienes así vestido. Todo el mundo nos mira.

- Voy a pedirle que se case conmigo.

- ¿Desde cuándo tienes eso claro?

- Desde que nuestras miradas se cruzaron en el baño de una discoteca.

- No sé si deberías llamar a un juez para hacerlo oficial o a un psicólogo.

- Reconozco que he perdido la cordura.

- ¿No has pensado que quizás si te pones algo menos extravagante tendrás más posibilidades de que te diga que sí?

- Me va a decir que sí.

- Estás demasiado seguro. No sabes lo que piensa ella.

- Pero sé lo que siento yo. Dos personas así deben estar juntas.

- Bueno, ahora no tienes mucho aspecto de persona.

-  Pero seguro que la hago reír.

- ¿Crees que eso es suficiente?

- Cuando se ríe el tiempo se para. El sonido que emite es más bonito que cualquier concierto de Chopin, el tintinear de la lluvia contra los cristales o el clamor del verano. Mi vida empezó a tener sentido cuando nuestras risas retumbaron al unísono, seguramente por una estupidez sin gracia. Desde ese día, quiero escucharla desternillarse al otro lado de la casa y yo no poder aguantarme las ganas de soltar una carcajada con ella. Supongo que eso es el amor, encontrar a alguien tan idiota como tú y vivir esa locura juntos.

- ¿Y por eso vas disfrazado de vaca?

Hoy tu árbol

-Sólo soy semilla, háblame de ti.

-No te conozco.

-Soy alguien que crece, hoy tu árbol...riegame de ti.

-No sé hacia donde vas, no sé hacia donde creces.

-Si abres tu alma, hacia el corazón. Si abres tus brazos, hacia la vida.

 Si abres tus piernas, hacia tu sol.

Doce

Chirrían oxidados los resortes en mis abismos
Lubrica tu yo onírico esta anticuada máquina
Y rubrica
Rubrican tus palabras el más recóndito de mis recovecos
¿Dónde estabas?
Necesitaba el frágil tacto de tus dedos
lo oculto de tu mirada 
lo prohibido de tus besos
para poder vivir
(de nuevo)
Quizás esta sea la primera vez que lo hago
La vida no se inició con el nacimiento
Sino con la activación de mi cuerpo 
gracias 
a tu ser.

Palabras bonitas prestadas



-          Ve con ella. A ella le gusta, y además cocina.
-    Con todo lo que insistes, veo que te encantaría que me fuese con ella, pero eso es imposible. Ella nunca me diría que la señora Simpson le ha hecho gay, ni entendería que en el primer albor la Tierra lo pasaba fatal, ni sabría que la mejor Stacy Malibu es la de Celeste. Es una pena. Pero tú eres la única que termina mis sandwiches.

Vinieron hombres

Vinieron hombres,

también con pulsos y pasos,

también con miedos, con recuerdos,

con amores, con fracasos.

Vinieron hombres,

como tú y como yo,

a gritarnos cosas ininteligibles,

a clavarnos venenosas sus miradas;

a oprimirnos y degradarnos,

a postrarnos y exiliarnos.

Vinieron hombres,

que no monstruos,

y el terror invadió las casas

y todo quedó arrasado:

nuestros lechos,

nuestras dudas,

nuestros credos,

nuestras sonrisas,

nuestras esperanzas,

nuestros lamentos,

nuestros destinos,

nuestros alientos.

Vinieron hombres,

la noche se hizo alarido y destello;

al salir el sol, silencio

¡Qué horror!

vinieron hombres,

como tú y como yo,

y ahora esta lápida inmensa,

esta silenciosa tumba,

esta escombrera sin nombres. 

Los zapatos

Soy carne del escapismo. De lo oculto. Me duelen los dedos de no gritar todo lo que aún no hemos vivido. Mientras pasa el verano ando despacio para no dejar rastro. Desde que estás duermo más y disfruto de los ataques de insomnio. Soñar despierta con tu mirada, porque no son tus ojos. Me pongo guapa las entrañas por si llamas sin avisar. No es fácil morir de amor ni amar a muerte. Ni acallar todas las voces que dicen quédate mientras te pones los zapatos. 

Te dejo

Peor que la bomba atómica, los huracanes, un choque de trenes, una tormenta tropical. Su cuerpo sufrió una implosión con aquella estúpida frase. Te dejo. Nunca las palabras le habían hecho tanto daño. A veces se ponía triste cuando leía poesía. Pessoa le hacía llorar. Allí estaba sentada, con la mirada perdida. Recordó la vez que volvieron a verse. Octubre siempre era gris. Esa tarde el café quemaba más de costumbre y las manos le temblaban. No sabía cómo reaccionaría al ver su cara después de tanto tiempo. De pronto todo olía a tierra mojada y cuando entró por la puerta, se abrazaron tanto que el odio se hizo volátil. Comprendió que todo aquello era producto de la más absoluta inmadurez. Los sentimientos se obvian, se tapan, se enmascaran. Queremos dar la impresión de que no pasa nada. Te dejo. Todo se convirtió en vacío.  Pensaba que con los meses le dejaría de doler y que podrían mantener una relación cordial. Pero no eran desconocidos. Conocía como movía los brazos cuando caminaba con prisa por la calle y que desayunaba algo que era más propio de conejos que de personas. Sabía que odiaba las relaciones virtuales porque era incapaz de dar besos a través de una pantalla. El aroma a vainilla cuando salía de la ducha. Su cara seria cuando le contaba un chiste malo y la media sonrisa cada vez que le hacía un truco de magia. Te dejo. Comenzó a sonar “La estación de los amores”. Te dejo.

Las mejores vistas del mundo

La casa es pequeña, primero sin ascensor, el portal huele a whisky barato. He abierto la ventana y he pensado que tenía las peores vistas de la ciudad, que me había vuelto loca por querer vivir aquí o que de vivir aquí me había vuelto loca. Parece que nada tiene sentido. Pero acabo de girarme y te he imaginado en el sofá, con mi pijama puesto. Sonriendo lías otro cigarro y excusas a tu cepillo de dientes de vivir ya en el baño. Es por mi boca, que es adicta a la menta. Magia es convertir la rutina en el plan perfecto. 

- ¿Dónde has estado todo este tiempo?
- Perdida, buscando el momento para encontrarnos.


Silencio

No encuentro las palabras
ni los diálogos inventados en las estaciones de trenes
no sé convertirte en poesía
porque contigo
hasta el silencio
sobre todo el silencio
es perfecto.

-nos



¿Quién cayó en garras de quién?
¿Tú en las mías?
¿Yo en las tuyas?
No hay manera de saber.

Fueron las ganas.
De vernos.
De bebernos.
De besarnos.
De tenernos.
Detenernos.
En el tiempo, para no perdernos.

El lado oculto de la luna

- Vayámonos lejos.
- ¿Más lejos incluso que Tokio?
- Allí hay demasiada agua y yo no nado demasiado bien.
- Viajemos al lado oculto de la luna.
- Tendrás que superar tu miedo a las alturas.
- Llevo demasiados días sin verte.
- ¿Eso te ayuda a superar el vértigo?
- No verte me llena de vacío. Podría viajar a cualquier universo paralelo sin marearme.
- Eso es del calor.
- Quizás tenga hambre.
- ¿Nos encontrarán allí?
- Apagaremos todas las luces.
- ¿Y si no funciona?
- Pensaremos otro plan.
- Sólo necesito estar segura.
- Yo sólo te necesito a ti.
- ¿Me esperarás?


Despeguemos, volemos lejos de la tierra. De lo mundano, de las críticas, de los ojos tediosos que buscan el mínimo error para enterrarnos con vida. Hagamos este viaje hacia el lado oculto de la luna.