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Mostrando entradas de julio, 2013

Soñar

Esta vez sin decir nada, quiero decírtelo todo.

Fin de mes



Estamos a fin de mes y no me salen las cuentas. Esto me pasa por tener la cabeza llena de pájaros y los pies cubiertos de hormigas. Ya me decía la voz de mi conciencia que montar un espectáculo contigo como protagonista me iba a traer dolor de cabeza. Otra vez tengo jaqueca. Siguen sin cuadrarme los números. Intenta convencerme de que esto sale rentable. Mientras voy a ir secándome las entrañas, que se inundaron anoche con tanto sentimiento húmedo. 
Mira que te pedí que no llegaras tarde, ya está aquí el contable. Lo que yo te decía, hay déficit de besos. Ven pronto que esto hay que arreglarlo.
… tantos pájaros en la cabeza
… tanto sentimiento húmedo



Si esto no sale a flote, yo me hundo contigo.



Bendito descanso

Saboreando un trozo de playa con el viento susurrando una relajante melodía mientras canto en mi mente palabras de un tosco detective que deja que desear en lo que a formalidades se refiere.

Hasta luego (Lucas).

Einstein



Intento escribirte cada noche
Pero me dejas sin palabras cada vez que pienso en tu sonrisa
Y me quedo sin aliento cada vez que me doy cuenta de la mía
¿Estás sonriendo?
Ahora se derriten hasta las farolas
Y las costuras de mi ropa
Seguro que ellas no aguantan nuestro primer asalto
Te esperaré desnuda
Se me da mal coser, sobre todo a base de saliva
Por eso tengo el cuerpo lleno de cicatrices
De las heridas de cada una de mis caídas
Pero tú ven, que yo no paro de subir cada vez que nos deseamos
Y ya estoy muy alto y no sé si llevo paracaídas
No tengas miedo que yo lleno la distancia de nuestros pies al suelo con sueños
O suspiros
O gemidos
O de todo lo que nos queda por vivir y desvivirnos
¿Sigues sonriendo?
Acabaré derritiéndome yo, aunque fuera pleno invierno
Ojalá llegue la lluvia contigo
Y la temperatura bajo cero
Así se congela cada momento y dejo de odiar a Einstein
Él tiene la culpa de que te esté escribiendo en lugar de abrazarte
Al menos, ya queda un segundo menos

Estás sonriendo.

La navaja de Ockham

Complicación

Tu mente va de un lado para otro, intentando centrar su atención en las acciones menos dolorosas, pero la solución sólo queda patente en una sombra más que borrosa y lejana. Intentas admirar la belleza de una flor y te encuentas mirando al infinito, anonadado y triste por ver como pasa un día tras otro.
Cuando tienes insomio cuesta distinguir un sueño de la realidad, y cada día es una fotocopia del anterior.
Cada lado escogido se solapa con el resto, creando múltiples visiones de un problema que al principio no era un problema. El tiempo se adormece y siente pereza por pasar, y tú ganas de empujar para que de pasos de gigante.
Al final tus dedos toman la delantera y escupir miramientos deja de ser complicado. Ese fino velo que filtraba tus pensamientos se reblandece y los esputos más amargos salen disparados a matar sin piedad.
Un reloj congelado

Descuento

Si antes todo parecía ir demasiado lento los siguientes segundos se alargarán como una vida tormentosa llena de catástrofes y desdichas hasta que todo acabe consumido por la culpa. Te has dado demasiada prisa y lo sabes. No quieres disculparte, quieres volver atrás y regalarte la paciencia que no has tenido ni tendrás la próxima vez. Pero ya no puedes (y lo siento).
Letras en llamas

Sencillez

Y entonces descubres que no había tantos lados, que dos caras eran las que te miraban fijamente y que dos caras son las que no van a volver a analizar tus labios. El puzle se recompone y la piedad de ti mismo asola tu cama. Todo era mucho más bonito desde la ventana de tu habitación, sólo que para comprobarlo tenías que mirar desde fuera.
Hoy no llueve, pero sí que estás sólo.

Viva la vida

- ¿Por qué estás aquí hoy?

- Supongo que porque estoy viva.

- Me refería a los acontecimientos que han hecho que hoy estemos tú y yo juntas. Pero tienes razón, estás aquí por la vida.

- Si estuviera muerta no estaría aquí, espero. Si eso ocurriera tendrías un problema, verías fantasmas y a nadie le gusta verlos.

- No esperaba escuchar una contestación así de alguien como tú…

- ¿Cómo yo? ¿Extremadamente sexy?

- Joven, tan joven…

- La gente de mi edad no valora lo que tiene. Quizás aboguen por vivir el momento, pero la mayoría desconocen lo que conlleva el verbo vivir. Respirar, sentir, sonreír, amar y luchar, sobre todo luchar. Cuando te toca vivir algunos momentos menos favorables aprendes a disfrutar de cosas que antes no apreciabas. No es lo mismo ver atardecer desde aquí que desde la playa, por ejemplo. Aunque aquí también puedes descubrir que el sol es precioso cuando se esconde… pero todo depende de los ojos con que mires las cosas.

- Ojalá todo el mundo pensara como tú.

- Ojalá no.

- ¿Por qué?

- Soy una persona egoísta, bueno, era egoísta. Siempre he pensado que las cosas que me sucedieran eran mías y sólo mías, no era capaz de compartir mi vida con las personas que me rodeaban. Y ser egoísta hace que pierdas a gente por el camino.

- ¿Quieres recuperar a esas personas?

- Una cosa es querer y otra es poder. Mientras tanto me conformo con estar aquí y haberte conocido. Eso significa… ya sabes, que ambas estamos vivas. Aunque espero que la segunda cita sea en otro lugar.


Viva la vida. Frida Kahlo.

Niño

Rueda que irás muy lejos.
Ala que irás muy alto.
Torre del día eres,
del tiempo y del espacio.


Niño : ala, rueda, torre.
Pie. Pluma. Espuma. Rayo.
Ser como nunca ser.
Alborear del pájaro.





Eres mañana. Ven
con todo de la mano.
Eres mi ser que vuelve
hacia su ser más claro.
El universo eres,
que gira esperanzado.







Pasión del movimiento :
la tierra es tu caballo.
Cabálgala. Domínala.
Y brotará en su casco
su piel de vida y muerte
de sombra y luz, piafando.








 Asciende, rueda, vuela,
creador del alba y mayo.
Alumbra. Ven. Y colma
el fondo de mis brazos.
Niño. Miguel Hernández.

Veletas


Somos esas que vacían el corazón entre orgasmos cada noche y así lo pueden llenar en el desayuno con dos tazas de miedo
hasta arriba de tus sonrisas, por favor.

Somos veletas sin rumbo, brújulas que han perdido el norte y trenes sin raíles, que hacen viajes con destinos llenos de abrazos
así duermes mejor, si sientes como respiro.

Somos todo el riesgo que asumimos si nos da igual morder el polvo y aunque la vida parece que así no tiene sentido
piensa que ya sólo nos quedan diecinueve días
y quinientas noches.




"L'essentiel est invisible pour les yeux."

Discrepo

No afino la guitarra,
me gusta ver como desafina
para ver como me sentía.

Me gustan los quejidos
de garganta gastada
por llorar,
hacen que un simple grito
se convierta en una sensación
eterna en el corazón que recore
las venas
y hace que abra el cerebro sonoramente
con una unica idea en la cabeza:
abrazarte, besarte
y consolarte llorando deseperadamente
por no poder ver
como te sientes en este mismo momento.

Dos mil milímetros.



Ahora que no me lees te diré que ya no te pienso, tanto. Al menos ya no deseo que estés en mis sueños, pero ojalá estuvieras aquí ahora, quitándomelos. Haciendo que no pudiera soñar porque cerrar los ojos a tu lado se considera delito. Pero si me juras que la cárcel son tus costillas yo cometo cualquier asesinato. El precio no es tan alto si se compara con los besos que me debes o con los pasos que hay de aquí a tu cama. Voy a ponerme ya a andar, que cualquier distancia es larga cuando hay más de dos mil milímetros entre mis ganas y tu cuerpo.


 "Te espero cuando miremos al cielo de noche: tu allá, yo aquí." Espero. Mario Benedetti.





El amor es para la gente real.


Te espero llenando el aire de ojalás que se creen el humo de tu cigarro.





Porque se necesita ausencia para valorar la presencia. ¿O era al revés?

"El amor es para la gente real." Charles Bukowski.