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Mostrando entradas de mayo, 2014

El soldado

Bajo este tegumento yace el esqueleto
donde antes habitaba el olvido
y ahora lucha un recluta indefenso
Se lamenta y descubre su pecho
tullido
grita que ha llegado el momento de la autodestrucción
Camina hacia el gigante de acero
En ese preciso instante
comienzan todos sus miedos
Todo arde
Todo es polvo
Cenizas de muertos sin remedio
y sin lecho
A veces es necesario matar

para seguir viviendo.
Que lo que nos impida bailar sea la cadera,
 no la cabeza.

La cuenta atrás


- Tú serás la primera sospechosa.
- Cuando se den cuenta ya estaré lejos. Tengo gasolina para ir a cualquier parte.
- ¿Podemos ir a Marte?
- Prefiero el olor del mar por las mañanas.

Yo ya había arrancado el coche.

- La felicidad es una utopía.
- A mí cenar a las tres de la madrugada me llena de vida. No es tan difícil ser feliz.
- ¿Por eso estás haciendo todo esto?
- No es por el dinero.
- ¿Y qué vas a hacer cuando empiecen a buscarme?
- Colgaré el cartel de no molestar.
- Algún día te quedarás sin provisiones.
- Puedo inventarme cualquier cosa. Cierra los ojos. ¿Ves? Ahora puedes imaginar que somos paracaidistas o dos globos que vagan por el desierto.
- ¿Y si aparece un cactus?
- Me moriré contigo.
- Entonces prefiero imaginar que somos dos polos opuestos.
- ¿De fresa?
- No, de limón.
- ¿Aunque estemos huyendo?
- Esto no es huir aunque esté perdida.
- Déjame que te encuentre.
- Eres un GPS humano y yo siempre he tenido mala orientación.
- ¿Tienes algo claro ahora mismo?
- Que el tabaco me dura menos si estoy contigo.

"Pequeña de las dudas infinitas, aquí estaré esperando mientras viva. No dejes que todo esto quede en nada porque ahora estés asustada.En ese momento empezó la cuenta atrás: cien, noventa y tres, ochenta y seis... 

- Te dije que te iba a querer.
- Yo ya te quiero.

Estaré ahí


- ¿Y la almohada?
- Sobre todo la almohada.
- No sabía que fuera tan difícil.
- Lo bonito de las historias no es el final, sino disfrutar de cada uno de los capítulos.
- ¿Y qué pasa cuando pasas la última página?
- Puedes seguir imaginando.
- ¿Y si te quiero abrazar? Siempre llego mal y tarde.
- La diferencia es que ahora te agarras fuerte de mi mano.
- ¿Y si me equivoco?
-  Es una de las opciones posibles que debes barajar.
- ¿Estarás ahí?


Fraudulento cosmos

El riachuelo de tu mirada,

que tanto ruido arrastra,


se encuentra al otro lado 


del muro de esta espalda.


De esta trinchera de lunares embusteros;


no eran astros, planetas,


o islas desiertas donde acamparía una vida


...ahora lo sabemos.


Pero mantienen mi tacto entretenido,


tu piel inquieta


y el escozor a distancia,


cuando ambos nos sentimos no presentes.

Y de golpe la nausea

Nos devoran los insectos.

No diferencian vidas o muertes,

no es su oficio,

es su roce, es  su instinto.

¿Harán función, bajo estos huesos,

de espantapájaros los ecos de algún gemido,

de rabo de buey ahuyentando voracidades?

Era todo tan perfecto hace cinco minutos

-los réquiem pueden asaltarnos en las esquinas de cualquier beso-;

un sucio deseo me sorprendió en la cadera desnuda de tu sonrisa, 

una caricia de hedionda putrefacción que envilecía todo:

Preciosa,

será mejor que separemos las cestas,

tanto insecto empieza a hacerme sospechar.

Puede que nunca sepamos cuando pudrimos

-o si ya lo estamos haciendo-,

en estas voraces y ansiadas demencias

de rozarnos los instintos sobre la hierba.

9 mm



Canciones que sirven de banda sonora al temporal, que parecen conceder poderes al caminar bajo la lluvia, haciendo frente al viento huracanado. Así, había conseguido domar al vendaval y se balanceaba en el columpio, al tiempo que su pie dibujaba trazos ininteligibles en la arena. Quizás fuera un idioma aún por inventar.

Dejó caer la pistola de su mano, emborronando aún más aquellos garabatos. Una risa nerviosa brotó de repente, como si quisiera esquivar cualquier pensamiento que pudiera invadir su mente en ese preciso instante.


“Riamos. Riamos como lo que somos: locos, dementes, insanos.”


La presión solamente es buena para el carbón, y ni siquiera la risa parecía una vía de escape.

El falso silencio creado por el viento fue interrumpido por el estruendo de tres disparos: uno al pie y dos al aire, en señal de aviso. Un aviso para todo aquel que osara aproximarse.

-         Aquí se hiere.

Casi pájaros

Contar un vuelo con palabras es asomarme a vuestra piel con tacto de silbido.

Para saber cómo me sentí deberéis dejaros arrastrar por el viento,

sin preocuparos de donde iréis a parar,

sin preocuparos de donde quedó el nido

…o de si lo hubo.

Es en ese ir y venir, o en ese no volver y sonreír,

donde empezaríais siquiera a entenderme

…y ya daría igual.

Las corrientes entonces serían vuestras,

y ese silbido entonces seríais vosotros.


La poesía inacabada

Recuerdo que yo sólo quería descubrir que detrás de una cerveza llegaba otra.
Y después de la última cerveza no llegaba nada, o alguna que otra excusa.
No quería saber cómo te llamabas,
pero ya habías repetido Abril más de dos veces.

Me confesaste que ya habías muerto de amor y que quizás yo sólo veía fantasmas
y que puestos a elegir preferías los domingos en la cama y la música de discoteca
porque ya no aguantabas más otro estribillo triste
ni otra poesía inacabada.

Yo sólo reprimía las ganas de enseñarte que unos labios como los tuyos
sólo podían provocar que todo el mundo se masturbase.

Pero de pronto te llenabas de pena
y yo me quedaba sin poder entender cómo alguien así podía llorar
debatiéndome si en ese momento quería hacerte cosquillas
o promesas.

Pero ya sabía que te llamabas Abril,
que el miedo existía,
y como no quería ponerle nombre a nada
comencé a lamer cada palabra.

Dio igual que cerraran el bar y tuviéramos que ir a la calle.
Te invité a enseñarte que el mundo se para dentro de mi cama.
Así fue como entre las sábanas descubrí que hasta odiándote 
te quiero.

No es que me sobre espacio
es que me faltas tú.

Deporte de riesgo

- ¿Y con la C?
- Calabacín.
- Yo habría dicho caricia.
- La diferencia es que yo estoy desordenando mi habitación mientras tú pides orden.
- Es un caos todo esto.
- Yo sé exactamente dónde está mi pijama y dónde guardo los caramelos de menta.
- Pero siempre escondes las palabras.
- Quiero que parezca que ha pasado un huracán.
- Entonces te despeinarás.
- Las mejores cosas hacen que te despeines.
- Hasta saltar en paracaídas.
- Por eso tiro la ropa al suelo, por si decides no volver.




Y con tantas palabras lo único que quiero decir es...

De aspiraciones e inspiraciones

Que no soy ni voy a ser tu musa, ni tu diosa.
Que no voy a inspirarte ni versos ni prosa.

Que de inspirar algo, que sea el aroma de las flores.
Perderse entre recuerdos, historias no vividas y olores.

Y ya de perder algo, pues perdamos la cabeza.
Que de perdidos, al río. Esa es mi única certeza.

La duda

Estuve allí el tiempo suficiente como para que me acompañara hasta aquí la duda;
la que es única y son todas.

Miraba mis piernas plegadas, como tallos pisoteados, hechas del mismo entorno que me esculpe y me dibuja.

El paisaje es un mantel arrugado donde dioses comensales despiden en su lenguaje a un astro ruborizado que se escurre bajo la mesa.

El estanque está lleno, me gritan las poesías cuando suenan ya iguales, cuando nada traen, cuando sólo transportan silencio y caen desconchadas de mis labios como otoños de cal en paredes viejas.

Me descubro entonces en la desgracia de sabernos seres de belleza limitada, vedados, excluidos de los dones del rebosar.

Mi trasero exclama que no es piedra ni gárgola, que es hora de huir y desaguar.

Me siento de vuelta como una hormiga en el mantel, como esas que intento no pisar. Pero es tan complicado, hay tantas, que parece un delito el tener que moverse y desearía  flotar; como este aire que empieza a lamerme los huesos. Este que también hiere.

…todo hiere

…soy una herida que hiere

A lo lejos la esperanza de una boca que no me sepa asesino -o al menos que me absuelva por un instante-, viste camiseta sangre y pasea del brazo de una anciana.

Entre el divisarnos y el cruzarnos sea quizá cuando se nos esfuma toda existencia, en esos pasos convertidos en niebla, donde inventamos vidas impalpables que no sucederán.

Por fin llega.

El deseo de reconocernos en otras pupilas deja un rastro de muerte, de hormigas pisoteadas.

Y si nos fijamos…si nos fijamos.
Parece prácticamente automático el resorte que nos hace querer poner a resguardo, de alguna posible masacre, un pedazo de corazón en nuestro bolsillo. Para asegurarnos así que algo quedará intacto tras los desbocados, ciegos y ebrios, pisotones de la vida.

…todo pisa

…soy una huella que pisa

Puede que hayas sido tú el causante, el saboteador. Y que de un certero zarpazo, ese miedo casi desapercibido que latió, te haya arrebatado el derecho de reflejo en esas pupilas, ahora extrañas y ajenas, que quedan tras de ti.

No habrá ya nadie que me consuele hoy. Tendré que dormirme -o intentarlo- reconociéndome homicida otro día más. Y vuelvo a prestar toda mi atención a las hormigas, para no cargar más cadáveres a mis espaldas.

Estuve allí el tiempo suficiente para traerme hasta aquí esa duda que son todas. Que aquí vierto para que me quepa más belleza mañana:

Esas pupilas que se cruzaron, esas pupilas tan ajenas como las mías,

¿habrán asesinado tanto como yo?

…todo sueña

…soy la pupila que se sueña

Post-it



Arrancar sonrisas a golpe de post-it.


Ese es uno de mis vicios: imaginarte sonriendo
al mismo tiempo que me dices que me aleje del espejo;
porque el “no estés triste porque no lo aguanto”
hace tiempo que se convirtió en algo recíproco.

Guarda una sonrisa y un par de cervezas negras
para el día en que Cenicienta vaya a buscar el zapato que no encuentra.

Y sueña, sobre todo sueña.
Que en los sueños los viajes no son de ida y vuelta.

Los domingos, no son tan malos

Creo que los domingos, no son tan malos.

Creo que las coincidencias no existen.
Creo que las bragas quedan mejor tiradas por el suelo.
Creo en el último cigarro.
Creo que hay peces que podrían sobrevivir fuera del medio acuático.
Creo que no sé si el animal en el que pienso es considerado un pescado.
Creo, ahora, en los viajes de vuelta.
Creo que está bien lavar las sábanas a diario.
Creo que tener vértigo es de lo mejor que me ha pasado.
Creo que los calcetines están infravalorados.
Creo en la cerveza por encima de todas las cosas.
Creo en el amor a primera risa.

Creo, definitivamente, que los domingos, no son tan malos.

Sucederás, lo sé

Sucederás, lo sé.
No necesitarás más labios ávidos
de afligidos corazones
pusilánimes poetas detrás de un muro de palabras.
Llevo todo el invierno esperando a la primavera
al éxtasis infinito
de 
quererte.
Sucederás, lo sé.

Hacia lo salvaje


Suéltate el pelo.

Fuera la ropa.

Tírala al suelo.

Muerde mi boca.

Súbeme al cielo.

Vuélveme loca.



Rómpeme entera.
Transfórmate en animal.
Sé salvaje.
Porque salvaje me gustas más.