Manzanas
Eras la más bonita de las coincidencias, las coordenadas
exactas en el desorden de mis suspiros
sin
destino
y de dedos desabrochando mi camisa.
Eras el pecado subyacente en la más terrible pesadilla.
Eras el deseo
irrefrenable que bañaba las fronteras de tres países a la redonda.
Eras caos.
Eras el más precioso caos en una escena costumbrista.
Debo comprar manzanas, berenjenas y la basura hay que sacarla
y no he apagado la plancha.
Desde aquí se nota el calor.
El calor
y
pienso en ti.
Eras el futuro más incierto al otro lado de la almohada.
Eras error.
Pero hay errores,
que son maravillosos.