Sobre tus pechos


Cuando espirase en tus pechos,

aparte de haberte empezado de modo habitual,

de esos políticamente correctos,

de esos de salida y disparo en labios descubiertos;

pues poco me importaría empezar o acabar

halla donde la carne fuera tuya.

Cuando espirase en tus pechos sabrías,

si es que aun no lo has vistos en mis ojos,

que aun arriesgándome a perder todas las articulaciones,

no me importaría convertirme en desliz,

en ese juguete, en esa huida,

en uno más entre tus piernas,

por robarte un sólo latido entre mis brazos.

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