Ancianas Señoritas

Míralas.

Saben de dolor, de desengaño,

de pasiones desgastadas y rímeles vencidos.

Saben de arrugas, de miradas sugerentes,

de noches, de barras,

de maquillajes en lavabos,

de carreras en las medias,

de maridos desahuciados,

de penes exprimidos

y señores explotados.

Míralas.

Algunas duermen niños,

todas lucen collar.

Algunas derraman la copa,

otras descorchan un galán.

Saben de cigarrillos en las puertas,

de carmines en los vasos,

de perfumes, de humaredas,

de bailes obscenos,

de sonrisas a medias,

de despedidas soñolientas,

de olvidadas sábanas,

puntos g

y tacones rotos.

Míralas.

Saben de escaparates,

de domingos agrios,

de malos alientos,

de pieles de naranja,

de amores nunca hallados.


Yo las miro…las miro,

y nunca me encuentro.

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