Vinieron hombres
Vinieron hombres,
también con pulsos y pasos,
también con miedos, con recuerdos,
con amores, con fracasos.
Vinieron hombres,
como tú y como yo,
a gritarnos cosas ininteligibles,
a clavarnos venenosas sus miradas;
a oprimirnos y degradarnos,
a postrarnos y exiliarnos.
Vinieron hombres,
que no monstruos,
y el terror invadió las casas
y todo quedó arrasado:
nuestros lechos,
nuestras dudas,
nuestros credos,
nuestras sonrisas,
nuestras esperanzas,
nuestros lamentos,
nuestros destinos,
nuestros alientos.
Vinieron hombres,
la noche se hizo alarido y destello;
al salir el sol, silencio
¡Qué horror!
vinieron hombres,
como tú y como yo,
y ahora esta lápida inmensa,
esta silenciosa tumba,
esta escombrera sin nombres.
Comentarios
Publicar un comentario