Dos mil milímetros.



Ahora que no me lees te diré que ya no te pienso, tanto. Al menos ya no deseo que estés en mis sueños, pero ojalá estuvieras aquí ahora, quitándomelos. Haciendo que no pudiera soñar porque cerrar los ojos a tu lado se considera delito. Pero si me juras que la cárcel son tus costillas yo cometo cualquier asesinato. El precio no es tan alto si se compara con los besos que me debes o con los pasos que hay de aquí a tu cama. Voy a ponerme ya a andar, que cualquier distancia es larga cuando hay más de dos mil milímetros entre mis ganas y tu cuerpo.


 "Te espero cuando miremos al cielo de noche: tu allá, yo aquí." Espero. Mario Benedetti.





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