Einstein



Intento escribirte cada noche
Pero me dejas sin palabras cada vez que pienso en tu sonrisa
Y me quedo sin aliento cada vez que me doy cuenta de la mía
¿Estás sonriendo?
Ahora se derriten hasta las farolas
Y las costuras de mi ropa
Seguro que ellas no aguantan nuestro primer asalto
Te esperaré desnuda
Se me da mal coser, sobre todo a base de saliva
Por eso tengo el cuerpo lleno de cicatrices
De las heridas de cada una de mis caídas
Pero tú ven, que yo no paro de subir cada vez que nos deseamos
Y ya estoy muy alto y no sé si llevo paracaídas
No tengas miedo que yo lleno la distancia de nuestros pies al suelo con sueños
O suspiros
O gemidos
O de todo lo que nos queda por vivir y desvivirnos
¿Sigues sonriendo?
Acabaré derritiéndome yo, aunque fuera pleno invierno
Ojalá llegue la lluvia contigo
Y la temperatura bajo cero
Así se congela cada momento y dejo de odiar a Einstein
Él tiene la culpa de que te esté escribiendo en lugar de abrazarte
Al menos, ya queda un segundo menos

Estás sonriendo.

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