Microscópico turista

Disfrazado de turista -por la certeza del ser pasajero-,

la mochila a la espalda, ahíta de hojas en blanco,

promesas y paisajes musicales -sedienta de alas-,

camino entre vosotros -microscópico  viandante-

amando lo pequeño, lo importante.

Impaciente me diluyo entre las sombras,

entre aires y grises, entre árboles y aromas.

Sin que me sepáis, me saben ellos,

y ya no estoy entre vosotros, y soy etéreo.

Cuando vuelve el turista,

con alientos de gigante en ojos que rebosan mundos,

pies que barren la tierra y frente de golondrina,

vuelve con hojas manchadas y no vuelve solo.

Vuelve con mariposas ataviadas de horizontes nuevos,

engalanadas para vosotros, aladas para sedientos.

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