¿Fábula?
¿Se atrevió?
Arrancó su coche, vino hacia mí, siguió su palpitación.
No sé como sucedió, mirando al agua la abracé desde atrás.
Y no sé, tampoco pregunté, cuando se aferró a mis brazos acercándome
a su cuerpo, cuando enlazó sus manos, cuando besó las mías.
¿Me atreví?
Coloqué mi rostro junto al suyo, hacia donde ella miraba y
deseaba.
No sé como sucedió que besé su mejilla.
No sé como sucedió que deslizó su mejilla por mis labios
hasta los suyos.
Y no sé, tampoco pregunté, cuando me percaté que su boca y
sus ojos traían toda la sed y toda la calma que contenía aquel lago.
¿Nos atrevimos?
Buscamos un escenario para disimularnos hasta que nos dimos.
Porque ambos lo sabíamos,
desde ese trémulo saludo, desde ese parloteo ridículo y tembloroso;
no íbamos a encontrar allí más paisaje que nosotros.
…
¿Nos atreveremos?
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